Cuando se cierne la tormenta oscura y densa, intentando atraparte, sopla suavemente entre tus labios... sopla un poco más fuerte, dulce pero con decisión.
Verás como antes o después pasará de largo.
Si tu aliento no es suficiente para alejarla... no temas, el agua que derramó sobre ti, mojará tu piel, hasta puede que cale en tu alma, pero en cuanto aparezca el sol, secará tus lágrimas.
Cuando se acerque la tormenta, sopla dulce, sopla fuerte, y no tendrá que llover en tu mirar.
Elvia Cor
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