corazon

Marea baja. Sitges

En marea baja, lánguidas las emociones se refujian en los mares, dejando la arena húmedecida por las lágrimas, las piedras desnudas, exponiendo sus irregularidades, filos y recovecos.
En marea baja parece que el agua nunca volverá con su abrazo de vida y sal.
Pero a las horas lo hace y el paisaje interior es enteramente otro, luce pleno, rebosante, hermoso, tanto...
que dan ganas de zambullirse en él.
Contemplo la belleza en marea baja.
Soy marea alta.
Elvia Cor.

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