corazon

La ventana por la que ves tu cielo. Barcelona.

Un día me di cuenta que mi cielo era diferente al de los demás.
No porque su textura y consistencia fuera otra, si no porque la ventana desde el cual lo contemplaba, desde la que proyectaba mis pensamientos, creencias y sentimientos era distinta.
Y vi con claridad que...
Si la ventana está cerrada, no hay cielo.
Si es pequeña, se protege temerosa y enrejada, descolorida por no pintarse de alegría, por no renovarse de ilusión... Así ese cielo será mezquino, peligroso, y poco prometedor.
Si es un enorme ventanal de cristales limpios que dejan ver a través, por donde la luz del sol entra a raudales llenando todo de energía, entusiasmo y calidez, así será ese cielo enorme, luminoso y que apunta bien, pero que solo contemplado será únicamente eso, un sueño esperado sin alcanzar.
Si de verdad quieres disfrutar el cielo sin fin, bellísimo, un lienzo en el que los colores de los días danzan creando sublimes obras de arte en las que sumergirse, emocionarse, experimentar, siendo parte de esa exquisita belleza, siendo ese mismo cielo eterno e infinito...
Se ser valeroso, seguro, fuerte, abre con dulzura el ventanal, suelta con firmeza los postigos, quita confiado los cerrojos de las puertas!
Abre tu ser, expande el brío de tu palpitar, sal de ti, de lo que de tu ventana, reja o puerta te protege hasta atraparte!
Sal y hallarás que ese cielo impresionante, sin limites, poderoso está en tu centro, tu pensamiento lo crea, tu emoción lo expande, en tu sentir hermoso lo experimentas, así regalas vida a tu vida!
No desistas...
El sol, sea como sea tu marco, siempre logra colar su luz, y así por fin lograr descubrir el verdadero paisaje que está por vivir tras el ventanal.
Elvia Cor.

1 comentario:

Herminia Fominaya dijo...

Cuando entro aquí es como estar en un remanso de paz. Todo es mi ventanal, todo a mi alrededor es de un cristal transparente y puro desde donde puedo contemplar la belleza de la existencia, de mi existencia. Gracias.

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