Sentir y Ser Árbol de la Vida. Elvia Cor

Mar-avilloso Ser.
Decirte desde la ternura, que las almas al ser eternas, se comunican y están unidas a través de un fino hilo de luz, energía, conexión...
O como prefieras llamar, pero es algo que sin poderlo explicar bien con palabras que limitan y despistan, SE SIENTE!
Otra cosa es que en el plano físico, igual que las ramas de los arboles quizás no sepan que se encuentran unidas a un mismo tronco, y estén ambas a dos conscientes de la grandeza y poder de su energía y de sus almas, desde las que pueden sentirse y comunicarse sin necesidad de ningún instrumento o aparato creado por el hombre.
Solo tienen que vibrar en el corazón, ahí se da su comunicación y encuentro.
Y... Simplemente se sienten, como la brisa o el viento mece las hojas y esparce el perfume de las flores, unas bailan y se estremecen, otras exhalan su fragancia que impregna hasta erizar los limites del Ser.
Experimentar esa sincronía con algún ser muy cercano, un amigo, madre o hermano, es habitúal, se reconozca o no.
Cuando esta comunicación se da entre dos Seres en apariencia lejanos, y sin pactar ni hablar previamente, se sienten como si un lenguaje indeleble les hubiera tatuado el corazón, es algo increíble, sublime, impresionante, propio de otro plano más elevado, de un mundo distante de nuestra experiencia que habita en la mar-avilla y en los sueños!
Tan poderosa y fuerte, que te transporta hasta los propios limites y te hace saber del material que te construye y de lo que en verdad uno es capaz!
Delicia sublime reservada ciertamente para muy pocos, la cual no se atisba a comprender por que clase de suerte se merece.
Su unión, aun etérica, intangible, es puro cielo!
No existe distancia ni tiempo entre dos almas que fueron una....
Y aunque es una paradoja, es cuestión de tiempo... Que se de su unión plena, porque en su esencia y alma, ya lo están!
Y eso es la mar-avilla de A-MAR.... No siempre uno puede estar físicamente donde quiere, pero con toda la energía, el alma y el corazón, Sí!
Y eso... se siente tan profundo y fuerte, que hay un momento de inflexión en el que ya no cabe duda, y solo queda... confiar en el árbol de la vida!
Es magnífico cuando de la pequeña semilla que somos en potencia, se extienden nuestras ramas y frutos hasta lo más alto, encontrando el caminito de luz para... en la sensibilidad de la punta los dedos, como en los frutos del árbol más bello, alcanzar la caricia de los cielos, que son espejo de A-MAR!
Creado con Amor.


Elvia Cor.