Cuando el sol se va. Sitges.

El atardecer se convierte en mágico cuando disfrutas del más mínimo brillo, reflejo o color cálido, antes de que anochezca.
El día se apaga, pero en el paisaje que te abraza, los árboles muestran sus copas plenas, exultantes de vida, no se apega a lo que se va, no espera lo que vendrá, cada día el sol aparece.
El atardecer es una exquisitez a degustar con tal intensidad, que no importa que sea el preludio de un nuevo y hermoso amanecer.
Eres, Soy, atardecer luminoso contenido en una eternidad.
Eres, Soy ese amanecer que despunta en esa misma eternidad.
Elvia Cor.