Dondequiera que cierre o abra mis ojos,
me descubro en la ternura de tu mirar.
Aún en la más absoluta paz...
Aún en la tormenta más negra...
En tu corazón me cobijo.
Una cascada de emociones
perfuma mi respirar.
Tu nombre habita en mis labios,
en las copas que rozan los cielos,
allá donde dirija mis pensamientos.
La lluvia resbala por mis mejillas,
hasta despertar sonrisas que te traen junto a mi.
Los amaneceres nos miran dulces inventando colores.
Y donde el mar se une a la tierra, te siento.
Y donde la naturaleza pinta los cielos, me encuentras.
Soy la rosa que exhala su perfume,
mientras tu mar me abraza en sueños.
Soy el paraíso que nunca te atreviste a imaginar.
Y tu sol, entre caricias de nubes,
se encuentra con mi cielo.
Nuestros pasos caminan alegres en la belleza del reencuentro.
Hasta las rosas quieren tocar embriagadas de nuestro sentir, el firmamento.
No hay construcción tan alta,
que como el amor llegue tan lejos.
El horizonte se transforma en el éxtasis del abrazo de la alegría e ilusión, en un lienzo.
Cuando la tierra se funde con el cielo.
Cuando el mar abraza poderoso por fin a la flor.
Estalla la pasión contenida en sublime exquisitez,
creando el más hermoso de los sueños.
Cielo y mar.
Tierra y fuego.
Creado con amor.
Elvia Cor
No hay comentarios:
Publicar un comentario