Podría pasar una eternidad y estas dos rocas no sabrían que Son Una.
Si la del sur contemplara solo el océano abierto, esperanzador, infinito que le sugiere el horizonte...
Si la del norte no viera ante sí más que tierra firme, donde el oleaje no alcanza e impera lo seguro, la quietud...
Si las dos isletas no llegaran a sentirse...
Si no se atrevieran a adentrarse en su propia consistencia para descubrir que sus centros vibran al unísono...
Si no decidieran un día a alejar su atención de todo demás para, desde su latir interior, sentir que están unidos, lo estuvieron siempre, y siempre lo estarán...
Si como la marea que las despierta, adivinaran que tan solo deben dirigir su atención a lo que vibra en su corazón para descubrir que:
Cuando amanece están cerca, respirando idéntico cielo.
Cuando anochece, mirando a la luna o las estrellas, se encuentran.
Si el oleaje se revuelve, las sacude, les golpea, es a ambos a dos.
Si cuando no se ven, se piensan, se sueñan, se añoran, se presienten, se entristecen por no sentirse cerca.
Si cuando el océano se apacigua, les estremece en un deseado abrazo, y en la mínima caricia de un gesto adivinan que están pegados...
Si experimentaran que siendo tan diferentes se parecen, les apasiona idéntico sol, les baila el mismo viento, les encanta la brisa exquisita, les seduce la belleza exuberante y vigorosa de la naturaleza, les alegra las risas de peces y sirenas, cual si fueran niños dulces, traviesos...
Si por fin se reconocen y se encuentran...
No habrá oleaje, tormenta, temporal, calma chicha o viento del desierto que les separe.
No hay duda, ni confusión.
No existe miedo ni error.
Esas dos islas, unidas en su base, desde el centro de su Ser, Son Una.
Absolutamente nada en el Universo moverá esta verdad.
Son dos rocas enamoradas que, unidas desde el inicio de los siglos, se alegran, se ilusionan, se regocijan de al haber estado tanto tiempo cerca, llegue el momento ansiado de abrazar lo que siempre fue el latir sincero, poderoso, noble, fuerte de dos corazones que crean en su sentir idéntico, una Unidad, un Universo.
No existe nada tan poderoso como la indestructible energía del amor que une a dos rocas gemelas, generando la más hermosa de las islas.
Elvia Cor.
2 comentarios:
Qué bonito!!!!qué vibrante!!!!! que MAR-aviLOSa descripción del amor de las almas gemelas!!!!
J. A. Becquer debe estar pensando que le quedaban muchas vidas hasta alcanzarte!!!!
Besos llenos de admiración-emoción!!!!!
Qué bien alcanzar en la emoción a la misma luz de la luna!
Tus palabras son muy generosas amiga, el poeta seguro tiene otros versos más importantes que rimar!!! Jajaja!
Este texto me lo inspiro una lectura, en la cual desde la ciencia bajo la optica de la fisica cuantica, contemplan el Universo dual, dos polos, el magnetismo que cohesiona, nosotros le llamamos amor! Eso es lo que sustenta nuestra realidad!
Cada particila tiene su gemela, de tal modo que aunque se encuentren a miles de kilómetros de distancia, reaccionan de igual modo, se sienten, están interrelacionada, conectadas, vibran en identica frecuencia! Eso es porque fueron una unidad, cuando se encuentran, el magnetismo es tal, que si se unen, ya nada ni nadie les puede separar! La imagen ilustra metafóricamente esa idea, desde fuera parecen dos, pero son uno! Supongo que eso es el verdadero amor, el de dos almas gemelas!
Luz de luna, sigue iluminando corazones para que se reconzcan y se
encuentren! El amor dulcifica y embellece todo!
Graciassssssssssssss
Con cariño, Elvia.
www.elviacor.com
Elvia
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