Por duro y seco que pueda extenderse el camino ante ti, piensa que la brisa fresca no la disfrutarás cuando llegues al final del trayecto, te acaricia ahora!
Siente que los colores hermosos no son parte del decorado que sueñas, te envuelven ya en su manto de sensaciones.
Vive ese cielo con sus nubes y azules, con sus soles y arco iris.
Y si le da por tronar o llover, deja que la lluvia te cale, te emocione, te haga temblar, permite que vibre en tu interior, que el viento fuerte te despeine, que te recorran escalofríos desde tu nuca hasta tu lagrimal... te sentirás vivo!
Crea en tu corazón el horizonte anhelado, antes de que lo alcances, quizás transformes lo que creíste la aridez del sendero, en un hermoso y dulce paseo junto al mar.
Elvia Cor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario