A-MAR la luz de tu corazón. Elvia Cor.

Mar-avilloso Ser, quisiera hablar con dulzura a tu precioso niño interior y decirle...
Confía!
Esa luz brillante que ves ante ti, que refleja A-MAR, es la luz que emana impresionante de tu corazón inocente y puro.
No dudes ni por un instante, que eres lo más bonito que vieron mis ojos.
No dejes que te confundan.
No permitas que te arrebaten la cristalina esencia de tu Ser.
Date cuenta, cualquier circunstancia adversa que se presenta ante ti sucede para que aprendas, pero no para que te prenda.
Abre tu pecho, respira hondo, no eres culpable de nada, pues nada que no sea aventurase y aprender es lo que hace un niño.
Si alguien quisiera mostrarte lo contrario, es que se olvidó que fue niño, y su sensibilidad se vio atrapada en alguna circunstancia adversa, como la que ahora se te presenta.
Perdónale, aunque él no lo hiciera, será la única manera de acariciar tu propia libertad, de resonar en la felicidad de vivir sin cargas ajenas.
No le culpes, debe ser muy amargo endurecer tanto el corazón que no atisbe a sentir con claridad, que es agredir, ser agredido o agredirse y ello se convierta un triste castigo permanente.
Confía!
No dejes de creer que eres un tesoro
cuando alguien se empeñe en ver lo que de sí le limita, lo que de ti quisiera, tu libertad e inocencia.
También fue criatura, mira a su niño interior que teme y recela por perder el control, y abrázale!
Quizás, aunque no lo parezca, seas tu mayor, porque como niño que eres, rápido olvidas.
Amado Ser, continua con tus risas e ilumina A-MAR, ilumina CIELOS.
Sí, sonríe!!! pues despertarás la alegría de otros niños dormidos, grandes y pequeños, y ese reflejo hermoso que creías proyecta el sol, descubrirás nace de tu magnifico corazón!
Elvia Cor.