El cielo ha recibido tanta luz de su centro sin pedirle nada, que no duda un instante en crearle un manto aterciopelado de nubes con el que abrazarle.
Quiero ser sol!
Se que brillando despreocupadamente, mis cielos nunca dejarán que me invada el frío.
Somos lo que deseamos ser.
Elvia Cor.
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