Miro a la tierra y veo los cielos abrazándola.
Contemplo los árboles, y sus ramas se extienden expandiéndose en lo mejor de sí mismas, anhelando acariciar los cielos.
Observo las nubes que pintan sus conmisuras coquetas, con el carmín del sol que atardece, dibujando sus labios de sonrisas, de besos.
Busco el horizonte, y lo encuentro cuajado en dorados de riqueza y fortuna, de anaranjadas pinceladas de alegría, de azules de ensueño.
Siento la brisa que danza acaramelada, tierna, con las hojas que tienden su mirada hacia los cielos, ciñendo en su sabia la cintura de los suspiros que deshacen los vientos.
Todo lo que alcanza mi mirada, es el regazo brillante, profundo, intenso de tu mirar, que es el Universo.
Algún poeta dijo una vez, que una mirada así, es el primer beso.
Un beso a la vida!
Un beso a la felicidad!
Un beso a los sueños!
Elvia Cor.
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