Mis cielos y mares siempre me sorprenden!
Había una vez una sirenita que se encontraba petrificada en medio del paseo de un bellísimo pueblo marinero.
La habían alejado tanto del mar, que convirtió su latir en silencio, sus carnes en piedra, y sus sentimientos hermosos se vieron atrapados sin remedio.
Cerca del mar pero lejos de las caricias suaves de sus aguas.
Cerca de las olas, pero lejos del cosquilleo de la espuma.
Cerca del mar para contemplarlo, pero sin sentir en su piel el abrazo inmenso, poderoso de su naturaleza liquida, el beso sincero de sus aguas, el palacio blanco e impresionante de su espuma y sal.
Cerca del mar, pero lejos de poder zambullirse en él, sumergirse, aflorar, dar volteretas sin respirar, para salir hasta tocar con sus sonrisas los cielos, hasta alcanzar con el alma el bailar de los vientos.
Una bella sirena de cabellos de sol, atrapada en la embelesada mirada de cientos de curiosos, que la admiran sin comprender que, su más preciosa esencia se resquebraja lejos de su amado mar.
Tan cerca... Tan lejos.
Tan cerca... Tan lejos del abrazo de sus aguas.
Tan cerca... Tan lejos de desplegar su maravillosa esencia, amar sin limites, nadar sin piedra.
Tan cerca... Tan lejos de las olas, de las brisas, de la vida misma.
Tan cerca... Tan lejos de todos sus sueños.
Por suerte, a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de, para sanar sus heridas, acercarla al mar.
No te extrañes si en esta noche de luna callada, menos llena, la sirena sincera, fiel a su propia naturaleza, recobre sus fuerzas, resquebraje todas sus piedras y nade por fin sin límites ni temores, en la inmensidad del...
Amor-A-mar.
Amar Amor.
El mar, sin duda desde que fue mar, la espera.
Elvia Cor.
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