La traviesa luz del sol disfruta deslizándose entre los dedos del viento, para acariciar en su calidez cualquier recoveco que se oculte a su mirada.
Es cuando crea entre sus manos luminosas, la belleza.
No importa si se desliza entre tus cabellos hasta alcanzar la maravillosa arquitectura de tu nuca, si redibuja el confín de las flores, o convierte en serpentinas de fuego los límites de una washingtonia, en abanicos de pasión una palmera.
Da igual si su fuego enciende tu fuego, si sus dorados convierten los mares en oro, los cielos en lienzos.
No se detiene en perseguir el perfecto perfil de tus sueños, en iluminar con su inocencia tus más íntimos deseos.
El sol por su propia naturaleza brilla, para descubrir que cualquier cosa, circunstancia, sentimiento, emoción que guardas en tu interior, sin juzgarla lo más mínimo, es maravillosa!
Igualandote a una obra de arte, que lo importante de ella no es su perfeción absoluta casi fría, ni entender cada intención o pincelada, sino descubrirse alcanzado por la vibrante emoción que genera su energía, su pasión...
Lo que cuenta, lo que enamora, es sentirse tocado...
Igual que si lo creado, fuera única y esclusivamente para ti!
El sol, sin duda, pinta, escribe, cincela, dibuja, imagina, sueña, reverbera, brillando en ti!
Elvia Cor.
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