La lluvia se derrama fina.
Brota para aclarar las emociones, para arrastrar con ella los temores.
Nace de los cielos una vez calmos, ahora atravesados por nubes de esperanzas, sueños, anhelos y arrebatos.
La lluvia se vierte desde el centro del alma, se desliza por la mirada, resbala lenta, dulce, serena, robando cosquillas a la tristeza, sonrisas a los miedos, caricias minúsculas a la ternura, besos delicados a la belleza.
La lluvia se divierte en su música de cielo, en su repiquetear de lunas ocultas, de noches eternas...
La lluvia te ronda, te baila, te vibra, te empapa, te retorna en su sabor dulce, en su perfume de estrellas, hasta sentir y contemplar de nuevo en tus pensamientos... un mundo nuevo de maravillas por descubrir nunca antes imaginado.
La lluvia traviesa, sin poderlo evitar... te transporta en la delicia de su danza, hasta la emoción más intensa de tu sentir.
Sal, baila con ella... abraza su tacto electrizante, pleno de vida, rebosante de energía y todos tus sentidos, entre relámpagos y truenos, volverán a reír!!!
Elvia Cor.
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