El vendaval azota los cielos.
En su poder apasionado deshace nubes densas para crear otras nuevas, estilizadas, bellas.
Barre con todo lo que era, con lo que fue.
No tiene miramientos, sopla arrancado lagrimas a los recuerdos hasta lleváreselos bien lejos.
Los vientos los desata la diferencia de temperatura, el choque entre lo que estaba frío, inherte, puro hielo, con el calor irresistible del amor, con el fuego de la pasión.
Si los vientos se pasean por tu vida, será para moverlo todo de sitio...
Dejales hacer.
Extiende tus brazos igual que si fueran alas, respira profundo, intenso, bello, y vuela con ellos.
Seguro te elevarán, entre la impetuosa música que crean al acariciar con sus labios plenos cada recoveco de tu ser, cada paisaje de tu universo, hasta llevarte de nube en nube, allá donde deseas estar.
Elvia Cor.
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