Es por la presencia de la sombra que adivinamos, qué o quién es, qué o quién está.
Por esa misma sombra sabemos, aunque el cielo este cubierto y parezca imposible, que brilla el sol.
Su luz nada la oculta ni detiene,
nadie la quiebra o descorazona,
nada la vence ni destruye...
Imparable, encuentra siempre el modo alegre, generoso, bello, de expandirse y llegar hasta ti.
Elvia Cor.
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