Sanar el Alma

Sanar el Alma...
Cuantas veces actuamos como si no existiera...
Pero es un bello testigo silencioso que en sus fibras prende absolutamente todo...
No subestimes a tu propia Alma, pues sus fibras son tu mismo ADN.
En verdad no hay herida que no sane y desaparezca en su inmensidad y grandeza.
Es tomar conciencia, abrir la mirada, y se esfuma aquello que por impreso en otro espacio tiempo, en la olvidada memoria celular, no pertenece a tu esencia que anhela evolucionar.
Sanar el Alma es derribar los muros que a cada Ser le impiden alcanzar su propia magnitud y belleza que encauza A~Mar.
Porque en verdad, no es el Alma que duele, si el Corazón si no se expresa.

Cuando despertamos a su elevada existencia, nos damos cuenta que toda herida que infrigimos a otro Ser o todo Acto de Amor... prende en las fibras sensibles de nuestra Alma.
Así lo que damos es lo que recibimos.
Y o irradiamos vida, fortaleza y alegría...
O energía contraria... que sin reconocer, iluminar e integrar, se convierte Emoción auto~frenada en su "moción" o "movimiento", atorado, proyectando la propia sombra que oculta lo que de nosotros no amamos.
Y eso en vez de sanar, daña y enferma.
Pero no dudes que el Universo, en el que todos los Corazones en su pálpito y sabiduría están conectados, está al tanto... y de un modo u otro, intenta restaurar el orden divino, llenarlo de luz y energía al resitúar a cada Ser en su alegre caudal, para que se sumerja, impregne y extienda desde la felicidad, la Energía Creativa del Amor.
Así un buen día, al no existir pérdida, ofensa o tristeza... guerra que ganar, enemigo que vencer, sombra oculta que iluminar... Nadie sufrirá herida que sanar.
Entonces, para terminar con todas las luchas y batallas, con cariño y comprensión, solo cabrá entregar cual río caudaloso, cada gota de Amor A~Mar.
Así, cuando nos demos cuenta que nuestro "Sentir" es Poderoso y Creador, nos "Sentiremos" en coherencia con esa inteligencia Universal, sabiendo y manifestando simplemente lo que nos gusta, y no hacer ver que nos gusta lo que no.

Desde esa natural simplicidad de Ser, no temeremos expresarnos con tanta dulzura y firmeza, que no existirá duda alguna, ni tan siquiera para nosotros mismos de lo que sentimos, deseamos y amamos.
Es tan sencillo estar en equilibrio, en armonía, en calma serena, en salud perfecta... Como decir y hacer lo que Siente el Ser.
Tan fácil e inevitable como para el Alma... Ser caudal infinito que fluye confiado en la certeza que su único límite... es fundirse A~Mar.
Elvia Cor
Creado con Amor.