Allá donde dirijas la mirada, construyes lo que vibra en tu interior.
En aquello que deposites tu atención, es lo que significa en tu realidad.
Te atrapa la oscuridad y sombra?
Te sacude el viento que agita las hojas?
Te inmoviliza la amenaza de temporal?
O...
Te seduce la luz que se cuela por el horizonte?
Te emociona el abrazo tierno, dulce, rojo apasionado, sincero, de la flor a la flor?
Te embriaga su perfume que se expande en el viento?
Te ilusiona la danza de las hojas agitándose vigorosas en la melodía de tus anhelos?
Temes?
Te proteges?
Te inmovilizas?
Te encoges?
Te entristeces?
Dejas de sentir y vibrar?
Te alejas.
Abandonas.
Te pierdes.
o...
Respiras!
Te expandes!
Te engrandeces!
Sientes!
Te arriesgas a ver el paisaje en su totalidad para aprender de las sombras?
Sublimas lo que encierra el manto sin brillo del temor, creando lo que no existía, construyendo Amor ?
Descubre desde tu mirar esa transformación.
Se el Amor mismo!
Soy el Amor.
Se esa energía que atrae uniendo en una caricia, o en el vendaval, los pétalos que crean en su mínima fracción, en la belleza...
La Flor, El Universo.
Se sombra para poder ser Luz.
Soy luz sin sombra.
Se el paisaje mismo, para sentir la caricia del Amor... ese vendaval que deviene brisa, esa brisa que en el suspirar de un breve tacto, crea el pálpito que todo mueve, el batir mar-avilloso de tu noble corazón.
Elvia Cor.
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